El traspaso de poderes se va a hacer, sí o sí en torno a la última semana de febrero. Ahí será cuando se haga efectiva la venta del Recreativo de Huelva y cuando tome posesión la nueva propiedad y se conforme un nuevo Consejo de Administración. Pero hasta entonces hay un mercado de fichajes abierto en el que la nueva propiedad, con Marcos López al frente, tienen la obligación de conformar la mejor plantilla posible y no cuenta con un presupuesto demasiado alto para ello.
Podríamos decir que es insuficiente. Tal y como ha podido saber Radio Marca Huelva, el ayuntamiento permitió un gasto de 200.000 euros en este mercado de invierno pero de esa cantidad había que descontar varios gastos «imprevistos». Uno de ellos el finiquito de Abel Gómez y otra serie de finiquitos que tendrán que darse antes de que se produzca todo el cambio de propiedad. Por tanto, tras descontar finiquitos, la cantidad con la que ha contado Marcos López ha sido de 105.000 euros para fichar a Íñigo Vélez y traer a Gálvez y Behachille.
Una lista de «transferibles»
Ahora mismo el club intenta buscar más incorporaciones pero tiene el presupuesto atado con esa cantidad de poco más de cien mil euros de los que quedan bastante menos. Es por tanto, obligación de Óscar Arias y de Jesús Vázquez, la de dar salida a un par de jugadores que abran hueco a dos incorporaciones: Un delantero y un centrocampista.
Porque hay un pacto tácito en el que los nuevos propietarios tienen el poder de fichar con esa cantidad mencionada y en el que los actuales gestores tienen que ayudar con las salidas y las rescisiones. Obvia decir que cuanto mejor sea la negociación de salidas de los futbolistas, más dinero habrá para poder fichar.
Desde la nueva propiedad se considera una cantidad ínfima teniendo en cuenta las rescisiones necesarias pero están trabajando para confeccionar la mejor plantilla posible acorde a los deseos de un entrenador que ya ha comunicado qué jugadores podrían salir de la plantilla sin que a él le supusiesen un grave problema.
La pelota está en el tejado de los actuales rectores que están en una posición difícil. Óscar Arias dijo que él no tenía «nada que ver» con los fichajes que están llegando pero sí tiene un papel crucial y la obligación moral de ayudar a la nueva propiedad dando salida a dos jugadores, al menos, de la actual plantilla.