Lo inevitable es más inevitable que nunca tras la derrota (3-1) en Marbella de un Recreativo de Huelva que lleva más de un mes sin ganar y que descenderá, seguramente la semana que viene a Segunda RFEF, incluso aún ganando al Mérida en el Nuevo Colombino. La peor de las tragedias se dará en el escenario en el que una afición cansada de decepciones mostrará su decepción en un plebiscito inevitable.
Habrá quien quiera agarrarse a eso de «mientras hay vida hay esperanza«, pero habrá otros que le recuerden que en el fútbol no. En un horario parecido con un clásico que sentenció al Real Madrid, los albiazules cavaron su tumba en Marbella ante un rival que supo reaccionar al gol de Caye Quintana y a la posterior expulsión de Dani Romero; Injusta, rigurosa, lo que queramos, pero roja y no es la causa final de un descenso de un equipo sentenciado desde hace muchos meses.
Los milagros no existen en el fútbol
Los de Galbarro lo intentaron sin éxito y sumaron otra derrota más en un partido loco en el que los locales creyeron y pudieron. Hablar de mala o buena suerte tampoco valdrá para lo que es el descenso más doloroso pero más esperado de los últimos años. Porque esto se viene viendo desde hace mucho tiempo con un equipo metido en la zona de descenso desde el inico de la campaña y que ha sufrido por un proceso tortuoso de compra-venta con una nueva propiedad a la que, al parecer, le gusta ver los toros desde la barrera.
Habrá que ver si salen ahora a dar la cara o siguen con la política de no hablar y de dar pocas explicaciones. Es cierto que la plantilla es la que es y que ellos acaban de llegar. Al menos hay que exigirles que cumplan con la palabra de invertir y de hacer un equipo para ascender de Segunda RFEF lo antes posible, lejos de florituras y de deseos en vano.
La derrota en Marbella supone la puntilla a un equipo que se enfrenta al descabello en las dos jornadas restantes y en las que depende, de manera remota, de otros cinco equipos -que no ganen ni empaten- ninguno de los dos que quedan. Así es imposible y lo saben todos los estamentos de una entidad que se enfrenta a uno de los peores momentos de su historia de la que tendrá que levantarse para reescribir los renglones torcidos de esta temporada.
