La victoria no logró calmar las aguas en Huelva. El Recreativo se impuso por la mínima al Atlético Malagueño (1-0), pero el ambiente en el Nuevo Colombino fue cualquier cosa menos tranquilo. Pese a sumar tres puntos y colocarse a un paso del liderato del Grupo 4 de Segunda Federación, los cánticos contra Pedro Morilla marcaron el tramo final del encuentro y el posterior pitido arbitral, reflejando el malestar que rodea al técnico y al equipo.
El plan inicial del entrenador onubense pareció funcionar. Con Alberto Vela ocupando el lateral derecho para cubrir las bajas, el Recre saltó al césped con intensidad y determinación. El premio llegó muy pronto: Álex Bernal aprovechó un rechace en la frontal para batir al guardameta visitante en el minuto 1, firmando su segundo gol consecutivo y despertando la ilusión en la grada.
Sin embargo, la alegría duró poco. Caye Quintana tuvo en sus botas el 2-0 desde los once metros, pero erró un penalti en el minuto 21 que pudo cambiar el rumbo del partido. A partir de ahí, el conjunto recreativista perdió frescura y el Atlético Malagueño fue ganando metros, haciendo que los nervios se apoderaran del estadio.
En la segunda mitad, el Recre se vio obligado a resistir los envites visitantes. David Gil tuvo trabajo bajo palos, y la grada, lejos de empujar, se volcó en protestas con gritos de “Morilla, vete ya”. Pese al sufrimiento, el Decano supo conservar la ventaja y logró un triunfo que, aunque vital en lo clasificatorio, deja en evidencia la fractura entre equipo y afición.
El próximo fin de semana, el conjunto onubense visitará al Yeclano Deportivo con la necesidad no solo de sumar, sino de reconciliarse con su gente con una buena imagen.

