La palabra final se suele usar muy a la ligera en el mundo del fútbol. Queda bien en los titulares de los medios de comunicación y llaman la atención del lector. Sin embargo, no son pocas las ocasiones en las que la utilización de esta palabra se realiza de forma sobredimensionada. Una final es la instancia decisiva de una competición, algo que remata o cierra. Durante semanas, el Recreativo de Huelva ha estado acompañado de esa palabra a través, incluso, de los propios medios oficiales del club. Puede que con razón. Pero las verdaderas finales aparecen ahora, cuando quedan doce puntos en juego en Primera Federación y el Decano está a cuatro de la permanencia.
La situación es muy delicada. El Recre es antepenúltimo (36) y se encuentra a cuatro de distancia del Marbella (40) que es el equipo que marca la permanencia. Entre ambos, el Atlético Sanluqueño (39) y el Yeclano Deportivo (39). El calendario le deparará a los de Raúl Galbarro, que debutó con empate contra el Alcoyano el pasado fin de semana, dos desplazamientos ante rivales directos como el Marbella y el Fuenlabrada (40). La visita a los madrileños será en la última jornada de campeonato, y en el desplazamiento a tierras malagueñas los recreativistas no solo buscarán la victoria, sino un marcador favorable que pueda beneficiarles en el goalaverage particular en caso de desempate a final de curso.
Una odisea matemática que no servirá de nada si no se logran los tres puntos en casa ante el Ibiza. El conjunto de Paco Jémez llega con serias aspiraciones de ascenso y el Decano debe hacer valer su necesidad clasificatoria para imponerse. Habrá que ver si a Galbarro ya le ha dado tiempo para preparar el plan B y el C, además del A. Sea como sea, con menor o mayor influencia del filial, el Recreativo sabe que una derrota en el Nuevo Colombino el próximo domingo le dejaría, como mínimo, con un pie metido en el pozo de Segunda Federación. Ahora sí es una verdadera final. Ahora o nunca.