No hay manera. El Recreativo de Huelva de Íñigo Vélez volvió a realizar una demostración de que, efectivamente, ha mejorado en términos defensivos y, al mismo tiempo, continúa siendo ese equipo plano e insípido que no es capaz de generar ni una gota de peligro. Llegaba el líder, el Antequera, al Nuevo Colombino y el técnico recreativista realizó cuatro modificaciones en el once. La obligada revolución acometida en Algeciras no convenció a nadie y la alineación ante el primer clasificado del Grupo 2 de Primera Federación regresó a lo habitual desde que el vitoriano aterrizara el tierras onubenses.
La realidad es que el Decano, exceptuando momentos puntuales de calidad de Luis Alcalde o la actividad ofensiva de Nico Njalla, es incapaz de amenazar la portería rival. Un equipo necesitado de puntos que tan solo generó dos ocasiones que podrían considerarse manifiestas. Fue el Antequera el que salió mejor al partido, aunque progresivamente el Recreativo fue ganando metros y adueñándose de la posesión. En el minuto 42, una buena jugada combinativa desembocaría en un centro de Davinchi rematado por Luis Alcalde que despejó el guardameta visitante.
Una semana más en descenso
En la segunda mitad, una carrera de Nico Njalla que finalizaba con un disparo manso a las manos de Jero fue la única opción real de los onubenses, que llegaron al tramo final muy justos en lo físico. Un empate a cero en un partido soporífero que no soluciona absolutamente nada para el Recreativo. De hecho, el rendimiento de Íñigo Vélez en el banquillo comienza a estar muy cuestionado, ya que no ha solucionado las carencias de los blanquiazules a domicilio y ha perdido energía en los partidos como local.
El Recreativo de Huelva continuará una semana más en puestos de descenso a Segunda Federación y la próxima jornada afrontará un desplazamiento difícil. El Hércules será el siguiente obstáculo de un equipo empeñado en no revertir la situación y al que se le van acabando las jornadas para ello.